En nuestro país, el chocolate encontró al amor se su vida en la dulce galleta María. Juntos, lograron conformar una tarta que, a pesar de ser sumamente sencilla y sin pretensiones, se convirtió en el postre clásico que no podía faltar en las fiestas de cumpleaños. La tarta de la abuela o marquesa de chocolate, aguanta contra viento y marea resistiéndose a morir en la era de la repostería creativa que, desde Instagram, se reproduce en bucles infinitos en nuestras pantallas. La sencillez de su receta, el escaso presupuesto que se necesita para prepararla, su textura cremosa o ese sabor que nos devuelve a los cumpleaños de nuestra infancia, no son pocos motivos para disfrutar de este postre arquetípico con cualquier excusa. Pero, eso sí, nosotros te vamos a recomendar que utilices los mejores ingredientes: chocolate Lava y la genuina galleta María, de la que vamos a contarte la historia, porque al igual que la tarta… no tiene desperdicio.
Un souvenir nupcial sin precedentes
La sencillez y popularidad de la galleta María nos podría hacer pensar que su origen tuvo lugar en el humilde molino de harina de una idílica y pastoril aldea de la meseta central española, por ejemplo. Pues nada más lejos de la realidad. Nuestra galletita tuvo una antecesora de alta alcurnia: la Marie biscuit británica, creada en 1874 en Londres por la empresa inglesa de galletas Peek & Frean’s con motivo de una boda real. Los protagonistas de este histórico enlace eran el Príncipe Alfredo I de Sajonia, hijo de la Reina Victoria, y la Gran duquesa María de Rusia, hija del zar Alejandro II de Rusia. La empresa Peek & Frean’s, fundada por los reposteros James Peek y George Hender Frean, decidió crear una galleta especial para conmemorar esta celebración que impactaba no solo en Inglaterra, sino en gran parte de Europa. Surgió así la Marie biscuit, pensada como un acompañamiento perfecto para el té británico. Y aunque en un principio no esperaban tanta popularidad, la galleta acabó dando la vuelta al mundo manteniendo prácticamente intacta su receta original.
Las “Marías” españolas
Siguiendo el rastro histórico por diversas fuentes, parece ser que la primera galleta María fabricada en España inspirada por la Marie biscuit inglesa, fue la María Olibet, creada en 1886 por Olibet, una empresa de origen francés que fundó una fábrica de galletas en Gipúzcoa (La Ibérica). Su lema, “imitada, nunca igualada”, tenía por objetivo posicionarla como un producto de lujo. La empresa se anunciaba como proveedora oficial de la Casa Real y sus galletas se vendían a un precio bastante alto para la época (2,5 pesetas el kilo). Unos años más tarde, algunos galleteros de espíritu emprendedor, optaron por otra estrategia: producir galletas de troquel a precios muy asequibles. Se trataba de apostar por una economía de escala y la galleta María reunía todas las condiciones para ser el producto estrella. Las fábricas de Artiach y Fontaneda optan por esta estrategia, cambiando para siempre la manera de vender galletas.
Antes de que comenzara la Guerra Civil, ambas empresas ya se habían alzado como líderes en el mercado galletero español. Tras el conflicto bélico, la recuperación económica trae consigo excedentes de trigo, por lo que se abaratan los costes de producción y las galletas María se pueden encontrar en cualquier panadería de España y se convierten en un símbolo del impulso y reactivación de la economía.
Como nota curiosa, cabe destacar que Eugenio Fontaneda, fundador de la estirpe galletera que pasó a la historia con “la buena María”, comenzó su andadura a finales del siglo XIX fabricando chocolates de manera artesanal en Aguilar de Campoo (Palencia), localidad conocida popularmente hoy en día como “el pueblo de las galletas”.
Galletas y chocolate: la tarta más fácil del mundo
… y después del apunte histórico, vamos al lío. Aquí tienes la receta en su versión más sencilla, la que ha pasado de generación en generación, endulzando las fiestas de cumpleaños de aquellos tiempos sin tecnología 5G.
Ingredientes:
- Un paquete de galletas María
- Medio litro de leche
- 250 gramos de chocolate (Lava, por supuesto)
- 50 gramos de mantequilla
- Un limón
- Canela en rama
- Chuches o cualquier otra cosa que se te ocurra para decorar la tarta (la imaginación al poder)
Preparación:
- Hervir la leche, con la cáscara del limón y la canela en rama.
- Ir incorporando el chocolate y removiendo a fuego lento hasta que se vaya espesando. Reposar y templar.
- A continuación, añadir la mantequilla y remover todo hasta que quede una textura cremosa y homogénea.
- En una fuente aparte, verter un poco de leche para remojar las galletas. Cubrir la base de la fuente con una capa de galletas, previamente pasadas por la leche. Sobre esta base de galletas, esparcir una capa del chocolate fundido previamente. Repetir la capa de galletas y la de chocolate sucesivamente, hasta conseguir el grosor deseado.
- Una vez montada la tarta, cubrirla con el chocolate restante, dejarla enfriar en la nevera, como toque final, decorarla con golosinas o cualquier ‘topping’ de nuestra preferencia.
- La tarta de la abuela, marquesa de chocolate o simplemente tarta de galletas, además de ser la más fácil del mundo, es un postre exquisito, rápido y sin horno, perfecto para cualquier ocasión y un original regalo vintage con el que enamorar a los más nostálgicos.