Turrón de chocolate: si no existiera, habría que inventarlo

Turrón de chocolate: si no existiera, habría que inventarlo

Es imposible llegar a diciembre y no hablar de la Navidad. Una época del año que ha trascendido culturas, religiones e ideologías. Un concepto con vida propia, con sus inconfundibles colores emblemáticos y, por supuesto, sus sabores tradicionales. Y si hablamos de sabores navideños, nadie en este país se atreve a imaginar esta festividad sin la presencia del turrón. Desde que se instauró como rey indiscutible de esta celebración universal, el turrón ha dividido a la población en dos bandos: los amantes del turrón duro (o de Alicante) y los incondicionales del turrón blando (o de Jijona). De estas dos ramas troncales han surgido infinidad de variedades, pero si hay una que ha sido capaz de instaurar la paz en todos los hogares ha sido, sin lugar a dudas: el turrón de chocolate. ¿Pero, a quién se le ocurrió esta genialidad? Vayamos por partes…

Los orígenes del turrón: un invento casi prehistórico

Baklava o pastel turco a base de masa filo frutos secos y miel

La verdad es que el origen del turrón se pierde en el tiempo. Posiblemente naciera en algún lugar de la cuenca mediterránea hace muchísimos siglos. En la antigua cultura grecorromana, ya se conocían la mezcla básica de frutos secos y miel, al ser una combinación altamente nutritiva y de larga durabilidad por las propiedades conservantes del dulce jarabe de abejas. Y en los antiguos imperios otomano y persa, ya era conocido el baklava, el famoso postre elaborado con masa filo (del griego φύλλο phyllo, ‘hoja’) y rellenos con frutos secos triturados y mezclados con miel.

Pangiallo

En la Roma Imperial, existió un conocido cocinero llamado Apicio que elaboró un recetario (De re coquinaria) en el que explica el paso a paso de una receta legendaria que bien podría considerarse el ancestro romano de nuestro turrón: el pangiallo, un dulce hecho a base de frutos secos y miel, al que se le añadía vino y un poco de harina de cebada. El pangiallo se ofrecía como regalo durante la celebración del “Dies natalis Solis invicti”, una fiesta dedicada al Sol que viene a ser la versión pagana del Solsticio de invierno… y el origen de nuestra Navidad, ya que se instituyó el 25 de diciembre por orden del emperador Aureliano.

En España, la elaboración de postres a base de frutos secos y miel llegó de la mano de los árabes que habitaron la península desde el 711 hasta 1492. En la zona de Levante, más concretamente en lo que hoy es la provincia de Alicante, se dieron las circunstancias idóneas para el origen, elaboración y evolución del turrón. Aquella tierra, generosa en el cultivo de almendros y plagada de colmenas en las que millones de abejas fabricaban exquisitas mieles de romero y tomillo, fue la cuna de nuestro bendito turrón.

El turrón de chocolate: se tenía que inventar y se inventó

Turrones típicos del Piamonte

Parece ser que el primer turrón de chocolate no tiene un creador específico, ya que el chocolate ha sido utilizado en diferentes formas desde hace siglos. Sin embargo, el proceso de elaboración del turrón de chocolate tal y como lo conocemos hoy en día se atribuye a diferentes orígenes en Europa: por un lado, a los maestros chocolateros de la ciudad de Turín (Italia) en el siglo XIX, siendo Michel Prochet el pionero en la fabricación de chocolates sólidos (en lugar de los tradicionales chocolates líquidos que eran más comunes en la época) y el inventor de la famosa Gianduja, una pasta de avellanas y chocolate, lanzada al mercado en forma de bombón (los gianduiotti ) durante el Carnaval, motivo por el cual este emblemático dulce lleva el nombre de la mítica máscara turinesa (el rubicundo Gianduja) y constituye uno de los símbolos de la capital piamontesa.

Por otro lado, la empresa suiza Tobler, reconocida por su innovación en la industria del chocolate y por la creación de su famoso chocolate Toblerone (chocolatina ‘oficial’ en todo aeropuerto que se precie), se adjudica también la fabricación del primer turrón de chocolate en 1908.

Sin embargo, otra empresa chocolatera suiza, Suchard, es considerada la precursora del turrón de chocolate, al menos en España. En 1867, Suchard abrió una fábrica en Barcelona, siendo pionera en la publicidad de este dulce durante las navidades, y llevando la popularidad del turrón de chocolate a sus más altas cotas en nuestro país.

En cuanto al primer turrón de chocolate 100% español, todo apunta a la empresa chocolates Valor, fundada en 1881 por don Valeriano López Lloret en Villajoyosa (Alicante).

El turrón del siglo XXI

Internet y las nuevas tecnologías han dado paso a nuevos canales de venta impensables hace apenas unas pocas décadas. La proliferación de la venta online permite que el turrón se pueda vender directamente al consumidor desde su origen en un par de clics. Las nuevas maquinarias, además, han permitido el aumento de la producción sin alterar las recetas originales y, por otro lado, ofrecer un sinfín de variedades donde el límite está hasta donde alcance la creatividad del maestro turronero o chocolatero. Y hablando de maestros del chocolate y del turrón, no te quedes sin probar el nuestro.  Está tan bueno que se merece un villancico.

¡Felices Fiestas!

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