En el año 2017 el mundo asistía perplejo al nacimiento del cuarto chocolate. Bajo el nombre científico de Ruby RB1 se presentaba en Shanghai la nueva variante que asombraría a los amantes del cacao. El chocolate rosa se sumaba a la familia y rompía para siempre la clásica trilogía del blanco, negro o con leche y lo hacía ochenta años después del lanzamiento del chocolate blanco como tercer tipo chocolate. Pero… ¿de dónde salió esta variante de la que se asegura que, a pesar de su fascinante color, tiene una procedencia completamente natural?
Un origen casual en el corazón de Bélgica
Chocolate ruby (Fuente: Callebaut)
Todo comenzó unos años antes, en el corazón de Bélgica, uno de los países con mayor tradición chocolatera del mundo. Los expertos de la firma centenaria Callebaut investigaban los beneficios para la salud de los flavonoides en el chocolate (que logró el primer reclamo de salud de la historia para el cacao en la Unión Europea, tras la opinión científica positiva de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria), cuando se encontraron casualmente con unas habas de cacao muy particulares, procedentes de algunas zonas de Brasil, Costa de Marfil o Ecuador que, a causa de unas condiciones específicas de humedad, temperatura y luz solar, presentaban unos componentes únicos en sus granos que acabarían produciendo un chocolate con un color rosado excepcional y un sabor afrutado.
Tras el descubrimiento, los fabricantes, en colaboración con la Universidad Jacobs de Bremen (Alemania), fueron descifrando los enigmas de su hallazgo localizando y definiendo los precursores de un tipo específico de grano: el grano de cacao ruby, una semilla rojiza con un sabor muy peculiar según los entendidos que afirman que no es “ni lechoso, ni amargo, ni dulce”.
Trece años para alcanzar la fórmula perfecta
Los cuatro chocolates (Fuente: Clarín)
Identificar los granos de cacao ruby, que contienen muchos de estos precursores, y encontrar la mejor manera de procesarlos durante el desarrollo de la elaboración del chocolate ha supuesto muchos años de investigación (el Centro de Investigación y Desarrollo de Barry Callebaut ha tardado concretamente 13 años en lograr la fórmula). Pero hoy en día, gracias a esos primeros fabricantes que desde Callebaut perfeccionaron la receta del chocolate ruby, maestros chocolateros y chefs de todo el mundo pueden crear libremente con su extraordinario color y sabor.
Este chocolate conserva, según sus creadores, sus propiedades cromáticas sin perder el color original, el sabor característico y sin utilizar ningún tipo de aditivo.
Tendencia millennial
Chocolate ruby (Fuente: Bartalks.net)
Agencias de investigación de mercado independientes en Reino Unido, EE. UU., China y Japón llevaron a cabo un análisis exhaustivo que demostró que el cuarto tipo de chocolate tiene un amplio público potencial dispuesto a adquirirlo a diferentes precios. No obstante, la investigación concluye que el mayor potencial se encuentra en la generación de los ‘millennials’, a quienes se ha sorprendido con este innovador chocolate que ha sido creado en su propio siglo y respaldado tanto por el imperio tecnológico como por los renombrados maestros chocolateros de Europa. La llegada del chocolate rosa al mercado también coincide con la tendencia mundial del ‘foodporn’, que consiste en compartir imágenes de alimentos y creaciones culinarias en las redes sociales, lo que le da a este chocolate un escenario perfecto para ‘lucirse’.
Tarta Sacher con chocolate rosa (Silvia Palma para la revista Elle)
La alta pastelería también se ha sumado sin dudarlo al chocolate rosa. Raúl Asencio lo incluyó en su panettone más revolucionario, Christian Escribà decidió cubrir su turrón de manzana Pink Lady con chocolate ruby, e incluso Dabiz Muñoz se atreve a incorporarlo en algunos postres de DiverXO o a utilizarlo como cobertura en su curioso milhojas de algodón de feria y mandarinas filipinas.
Nuestra propuesta ‘rosa’
En Lava, no íbamos a ser menos y para demostrar a nuestros clientes y seguidores que siempre estamos atentos a las innovaciones (tanto como al cuidado de las tradiciones), también nos apuntamos al rosa, ofreciendo una ‘ruby propuesta’ en nuestra tienda: arándanos bañados en auténtico chocolate rosa. Hemos combinando el cuarto chocolate con el rey de los frutos rojos, dándole así un toque ácido muy suave que combina a la perfección con la cremosidad dulce y afrutada del ruby. Y un secreto: los flavonoides del cacao y los antioxidantes de los arándanos, convierten a este manjar en un auténtico producto de salud y belleza… ¿qué más se puede pedir?
